“Fortalecer la colaboración docente sería la intervención más poderosa” 

Valentina Méndez es autista y profesora de Pedagogía General Básica con mención en Lenguaje y Comunicación de la PUC. Algo que la mueve es la música y el fomento del gusto por la lectura. Además, ha trabajado en el desarrollo curricular de programas educacionales, incorporando modelos educativos innovadores desde la investigación y la práctica. Actualmente, coordina el Quiero Ser Profe, un programa de Elige Educar que busca acompañar y atraer talentos a la pedagogía.

 

¿Cómo entiendes la neurodiversidad y qué importancia tiene reconocerla en el contexto escolar?

V: Entiendo la neurodiversidad no solo como un concepto teórico, sino como una experiencia profundamente personal. Soy una persona autista y también profesora, y desde ambos lugares sé que existen múltiples formas de percibir, pensar, aprender y estar en el mundo, todas igualmente válidas y valiosas. Neurodivergencias como el autismo, el TDAH o la dislexia no son errores que corregir, sino expresiones naturales de la diversidad humana.

Como autista, he vivido en carne propia las barreras que surgen cuando los entornos no consideran nuestras diferencias. Como profesora, he visto el potencial que florece cuando esos entornos se transforman para acoger verdaderamente a todxs lxs estudiantes. Por eso, en el contexto escolar, reconocer la neurodiversidad es esencial: permite diseñar experiencias de aprendizaje más flexibles, accesibles y respetuosas, donde cada quien pueda desplegar sus talentos genuinos.

Reconocer la neurodiversidad también implica un compromiso activo para derribar estigmas, desafiar prejuicios y construir comunidades educativas donde la empatía, el respeto y la celebración de las diferencias sean centrales. Para mí, aceptar y valorar la neurodiversidad en la educación no es solo un acto de justicia hacia otrxs: es también una forma de honrar quién soy, de construir puentes que muchas veces me hicieron falta, y de apostar por una escuela donde ser diferente no signifique quedar al margen, sino ser valoradx plenamente.

 

Si tuvieras que escoger sólo una, ¿qué práctica o recurso integrarías en las comunidades educativas para apoyar a lxs docentes en la creación de aulas más inclusivas?

V: Si tuviera que escoger solo una práctica, integraría espacios de formación continua entre docentes, centrados específicamente en inclusión. Me refiero a encuentros periódicos donde puedan reflexionar en conjunto, compartir experiencias reales, estudiar casos, aprender estrategias inclusivas como el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), que combina capacitación, apoyo emocional, construcción colectiva de saberes y acción práctica, todo desde las propias realidades escolares.

El DUA propone que en lugar de crear una única forma de enseñar y después hacer adaptaciones, se planifique desde el inicio, ofreciendo múltiples formas de presentar la información, de que los estudiantes expresen lo que saben y de motivarlos. Así, se atienden diferentes estilos cognitivos y formas de procesar el mundo, propias de estudiantes neurodivergentes. Además, estos espacios deberían abordar explícitamente la necesidad de derribar estigmas en torno al autismo y la inclusión en general, desafiando prejuicios, temores y desinformaciones que aún persisten en las comunidades educativas. Comprender la neurodiversidad desde una perspectiva de respeto y valorización es esencial para construir entornos verdaderamente inclusivos.

La inclusión no puede imponerse desde una receta externa: necesita construirse día a día, con apoyo, escucha y acompañamiento. Por eso, fortalecer la colaboración docente sería, en mi opinión, la intervención más poderosa.

 

Recomendaciones de Valentina:

Libro: ‘Una tribu propia: Autismo y Asperger: otras maneras de entender el mundo’ de Steve Silberman

En su libro, Silberman explora la historia del autismo y cómo su diagnóstico ha moldeado su percepción social. Defiende la neurodiversidad, considerando el autismo y otras condiciones como variaciones naturales, y aboga por derribar estereotipos para construir una sociedad más inclusiva.

Serie: Amor en el Espectro (Netflix)

Esta serie muestra a personas autistas buscando el amor, desafiando estereotipos sobre sus capacidades afectivas. La serie ofrece una representación auténtica de la neurodiversidad y promueve una sociedad más inclusiva al derribar prejuicios y visibilizar sus experiencias.